Rarezas.

Me siento un poco acomplejado. Fuera de sitio si me entendéis.
Para empezar, diga mi chica lo que quiera, soy un poco un intruso en este blog.Ella fue la que empezó con esto, y es la que sabe escribir.Además, a las mujeres especialmente si son spankees se les da mejor expresarse. Bueno, ya se que hay algún spanker que escribe un blog por ahí, desde hace años, y lo hace bien, no es lo mismo.
Pero encima,me siento diferente a los spankers en conjunto.Incluso diferente de como yo he sido desde hace años.Y es que para empezar soy mas afortunado, claro.Pero también soy nuevo en esto, porque una relación de disciplina domestica nunca la había tenido antes.Y cada día me sorprendo mas de lo cómodo que me siento dentro de ese tipo de relación.Mas todavía a medida que vamos superando las dificultades.
Nunca he sido uno de esos spankers que se ven en los videos,que no se sabe bien cuando dan azotes ,cuando dan caricias o cuando están espantando un mosquito. A mi los azotes me gustan fuertes.Pero claro, cuando al principio no conoces bien aun a la spankee,vas con tiento.Para mi fue algo delicioso en nuestros primeros encuentros ver que nuestros gustos era mas que parecidos.Cuando estamos en plan de juego, me gusta levantar bien el brazo, me gusta que la palmada suene,y para mi no hay en el mundo imagen mas bonita que ese precioso par de nalgas cambiando poco a poco de color.
Pero no siempre estoy jugando. Ese es el problema. Imaginaos cuando coloco a mi chica en mis rodillas,no para jugar, sino con intención de disciplinarla. Con mas motivo tiene que sonar, tiene que sentirlo. En esos casos,quiero que tema la azotaina,y que se queje y llore, que aprenda bien la lección. Porque la niña se las trae, os lo aseguro.Y cuando se lo merece, lo tiene. Hablándolo con ella en ocasiones, después, se que no le queda ninguna duda de cuando es una medida correctiva, aparte de que antes hablamos y se lo dejo bien claro. Y estamos de acuerdo los dos en que ella,a veces, muchas veces, diria yo, necesita esa disciplina.
Supongo que para mi, encontrar la mujer que yo necesitaba y con unos gustos como los mios, era encontrar una aguja en un pajar. Y la encontré.
Se queja, claro. En general, es un poco rebelde, pero ya me voy a ocupar de eso. Le he estado leyendo la cartilla, acerca de las nuevas normas, y se  ha puesto un poco contestona. Y como mas vale prevenir, antes de que se ponga a llevarme la contraria  a hacer lo que le de la gana, le mostrare las consecuencias que tendrá si lo hace.