jueves, 20 de marzo de 2014

Cuando te han pillado

Empiezo por aclarar que este post no lo escribo por pura inspiración, sino porque me convalidan unas copias. No es que no quiera escribir, es que no me gusta que me marquen la linea editorial.
Es curioso lo que cambian de opinión los spankers. De repente, algo que nunca se ha considerado una falta, pasa a ser objeto de castigo, así, por el artículo catorce.
Sé que me van a acusar de rebeldía,pero si no lo digo, reviento. Me molesta ser azotada por algo que considero que era inevitable. Como que se acabe la bateria del movil. Mi spanker es el unico que no ha oido hablar de la obsolencia programada. Vamos, que pasado un tiempo, la bateria se descarga muy rapidamente porque a los fabricantes se les ocurrió que no tiene ningun sentido que la bateria dure toda la vida util del movil. Esto es así. Pero G es el unico que no lo sabe. ¿y por qué? .Porque cuando no escuchas los razonamientos ajenos no aprendes nada, y pasas a estar desconectado de la realidad.
Vale que llegué un poco tarde y que no había avisado. Pero no era para tanta preocupación, que hay que ser agonías, coño. Ni que fuera la primera vez que llego un poco más tarde, o que se me agota la bateria, le dije. Me respondió que lo que pretendía era que fuese la última. Mal ibamos
Según el, fue culpa mía por gastar la bateria jugando a un juego tonto. Definición de a que llamamos juego tonto: Aquel que es lo bastante complicado como para que no alcancemos un nivel de juego aceptable.
Yo pienso que si los moviles vienen con juegos, será para usarlos, ¿no?. O sea que la bateria no puede descargarse por eso.
No me dejó ni terminar de explicarme. Me señaló el brazo del sofá. Llegados a ese punto, le hice caso, que no estaba el horno para bollos.
Fue una azotaina larga. Estabamos en el salón, y a mi me preocupaba porque da pared con pared con la casa de la vecina. Que por suerte es mayor y no oye muy bien, aunque ya nos ha dicho un día que ella cree que es mejor pasar el aspirador que andar sacudiendo las alfombras...Por si acaso, mordí un almohadon, para no quejarme en voz muy alta,pero el sonido del cinturón desde su casa debía oirse. Cualquier día va a coincidir que tenga una visita que no esté sorda, y ya verás.
Se pasó, porque además de los azotes me mandó al rincón a reflexionar durante más de media hora. Y luego me dijo que como no le parecía que las cosas me hubiesen quedado claras, le copiase cien veces "Las spankees desconsideradas necesitan una tunda para volver al buen camino".
Muy largo. Y no estaba de acuerdo con la frase. Yo no soy desconsiderada.
Ayer me pidió las copias, y empecé a argumentar, que no me había dado tiempo, que la frase era muy larga..
Esta vez no iba a tener que preocuparme por la vecina. Me cogió del brazo y me llevó hasta el despacho.
Empecé a lloriquear cuando le vi con el cinturón en la mano. No podía ser, aún me dolía lo de ayer, le prometía que iba a hacer esas copias...
-Quitaté el pantalón del pijama y arrodillaté sobre la butaca.
Lo odio. Me lo quité, y adopté la posición. Se tomó su tiempo en colocarme. Arrodillada en el borde del asiento, las piernas algo separadas, el culo en pompa, los brazos cruzados sobre el respaldo y la cara entre ellos.
Estaba asustada. La verdad es que me dolía, y tenía un par de señales. Me tranquilizó
-Yo se lo que necesitas. ¿recuerdas?
Y descargó el `primero.
Lo hizo despacio, escogiendo el punto donde caia el azote, y sin demasiada fuerza. Pero la suficiente para hacerme saltar las lagrimas enseguida, y llorar suavemente después.
Se detuvo
-¿Vas a ser más obediente?
Le dije que sí, que lo prometía
-De todas formas, creo que esta vez necesitas algo más
Salió de la habitación, después de decirme que me quedase quieta. Claro, volví la cabeza un poco para verle de reojo. Enseguida vi el plug en una de sus manos.
Y algo que no me gustó nada en la otra.
-No... No lo volveré a hacer, lo prometo.
-sssss. Calladita
Me hizo mirar hacia delante. >Destapó el tubo, y me llegó el olor a menta del dentrifico. Empecé a hacer pucheros, pero el me hablaba con suavidad, diciendome que me lo había buscado, y que a ver si así escarmentaba
Me separó las nalgas y empezó a introducir el plug.
Ardía un poco. Todavía no demasiado. Tal vez fuese más soportable de lo que yo recordaba.
-Ahí quietecita. Creo que unos cuantos azotes más te harán ser algo más juiciosa.
Volvió a coger el cinturón. Esperé. Me hizo esperar unos segundos deliberadamente
Me azotó mucho más suavemente que antes. Pero la sensación que provocaba el plug en el momento del azote. UFFFFF
Detuvo el castigo al cabo de unos minutos. Y empezó a jugar con el plug. Lo sacaba un poquito, y volvia a meterlo. Me separó más las piernas y empezó a acariciarme entre ellas.
-Como siempre, Trasto, le sacas partido a todo. ¿ Qué tal si te follo?
-Sí-susurre- Hazlo
No fué precisamente delicado. No me importó. Estaba como una moto. Siguió jugando con el plug mientras embestía con fuerza. Al final, me agarró fuerte de las caderas y entonces fui consciente de que la azotaina me había dejado el culo guapo. En ese momento tampoco me importó.Pero después, cuando ya terminó, me dí una ducha y vi las señales en el espejo
Sigo pensando que no tenía motivos para azotarme.
Pero no me quejo, la verdad.