jueves, 26 de abril de 2012

De la situación actual, cuestiones politico-surrealistas, ideas contra la crisis, consultas y spankos tacaños.

Ya se, ya se... El titulo de la entrada no parece tener mucho sentido, pero si creeis que es raro, esperaos a leerlo todo. Algunos, o mas bien alguna, sabéis que desde hace tiempo tengo mi correo electrónico abierto para o por si alguna principiante tiene alguna duda y piensa que yo puedo ayudarle a resolverla, lo que ya es mucho suponer.Bueno, cerré mi anterior cuenta de correo, pero queda esta, y algunos, no todos, tenéis mi correo privado. El caso es que me llegó una consulta, queja más bien, que me dejó algo sorprendida, hace unos días. Una spankee jovencita que empezó con muchísimas dudas, hace algunas semanas creyó, al fin, haber encontrado a su spanker.Pero ahora, me dice, que le encuentra un defecto realmente insoportable. Al parecer, el sujeto es un tacaño patológico. Y su duda es si una relación con alguien a quien le encuentras ese defectillo tiene posibilidades de prosperar. Le diría que, como en todo, hay niveles. Hoy en dia, problemas económicos, mas o menos , tiene casi todo el mundo. Igual esto puede hacer que una persona desarrolle una relación nociva con el dinero. Lo que ocurre es que no vivimos en una burbuja, nuestros actos a veces afectan a los demás. Mi visión personal del asunto es que cada persona es responsable de si mismo y de sus finanzas, pero es necesario que, en una pareja , sobre todo en una pareja que está empezando a conocerse, no existan malos entendidos en ese aspecto. Pertenezco a una de las primeras generaciones de mujeres españolas que asumieron la igualdad, y debo decir que no fue fácil, ni siempre la asumieron bien. En mi época, tenias claro que cuando empezabas a salir con un chico unas veces pagaba uno, y otras otro. Que se esperaba de ti que cuando ya hubiese un hogar contribuyeses a su sostenimiento económico. Nosotras, pobrecitas, pensabamos que con eso adquiriamos unos derechos, en cierto modo nos vendían la igualdad, pero luego a veces te encontrabas con que a lo mejor ganabas menos que tu pareja y esos derechos no los adquirías plenamente, o peor aún , que el machismo aun vigente pesaba mucho, y a cambio de trabajar fuera y dentro de casa, habías ganado el derecho a elegir el modelo de lavadora que mas te gustase, siempre y cuando no costase mucho. Supongo que las cosas han cambiado. Por entonces, aun podías encontrarte un tacaño patológico que te decia que si realmente necesitabas una lavadora, que si no podias ir a lavar la ropa a casa de tu madre, pero no era frecuente. La clave, en este caso, es la palabra patologico, Creeme, B, si algo no parece normal es porque no lo es. Te quejas de que tu spanker es demasiado mirado con las cuestiones monetarias, pero por otra parte, por lo que sabes de él, no tiene mayores problemas de dinero. Dos puntualizaciones. Puede que te haya pintado una realidad sobre su vida laboral que no se corresponda, porque le cueste admitir lo que hoy es un drama que vive mucha gente. De ser así, deberás obrar con mucho tacto. O puede haber otro problema. He visto en algunas ocasiones cosas similares en hombres presuntamente solteros, que no lo eran. Y es que una pareja engañada puede pillarte facilmente si aumenta tu nivel de gastos. Investiga un poco. Tambien puede ser que tenga que hacer gastos en desplazamientos para ir a verte. Me comentas que te harta jugar dentro de un coche, y lo entiendo. Pero puede que sea mejor que nada. Lo que está claro es que , si tu corres con los gastos del hotel en una ocasion, el debería hacerlo la siguiente vez. O aclarar las cosas, si es que no puede hacerlo. Sería igual de feo que tu te dejases invitar siempre. Y es que estamos atravesando-viviendo una de las peores situaciones economicas que se recuerdan en este país. No es que no haya habido crisis antes, es que estamos retrocediendo, a pasos agigantados, perdiendo lo que costó decadas conseguir, y eso es muy duro. El video que pongo al final tiene su gracia, pero si pensamos que describia las cosas en Venezuela hace veintisiete años... Pero bueno, ahí seguimos, con decisiones que afectan a todos y toman unos pocos de forma unilateral ( a todos los que leyeron una advertencia que hice en mi anterior blog sobre el peligro de las mayorias absolutas, se que jode, pero os lo dije). Hago desde aquí unas sugerencias al ejecutivo para ahorrar; Nada de recortes sanitarios, inyeccion letal para los poco productivos y punto. ¿Qué es eso de que a la gente le salga gratis salir a la calle? Urge una tasa municipal sobre eso, pero ya, que las empresas municipales no viven del aire, que coño.¿ Se escandaliza la gente de que la educacion vaya a dejar de ser gratuita?. Se me ocurre que los niños aun disfrutan de muchos privilegios en el colegio, podian lavar sus platos despues de comer, o pagar 50 centimos por usar los aseos del cole. Todo, antes que cuestionarse por que el mantenimiento de Madrid Rio cuesta casi 700.000 euros al mes. Al que vuelva a cantar lo que aquí no hay playa es para matarlo, con lo birria que es y lo cara que nos sale.

miércoles, 18 de abril de 2012

Te he dicho que vengas aquí

Es increible como una misma frase puede producir efectos tan diferentes según el contexto.
Ayer, al quedarnos solos, yo pensaba que iba a irserapido al trabajo. Pero para mi sorpresa, se sentó en el sofá, se dio una palmadita en el muslo, y me dijo.. "ven aquí".
Protesté. Con la boca pequeña, claro.Me encanta que me sorprenda con un juego no previsto. Pero le dije que no habia motivos. Me corto. "Te he dicho que vengas". Y acudí, sin más. Mientras me colocaba en sus rodillas me dijo " tu sabes lo que has hecho". Y empezó.
En realidad, yo si habia hecho algo, pero el no lo sabia. Solo era un juego. Eso pensé hasta que me mandó al rincón. Dudé. Si me enviaba al rincón, era porque sabía que yo habia hecho algo malo. Pero, por otra parte, si estaba enterado de lo que habia hecho, no bastaría con una azotaina tan moderada.
Al rato, me llamó desde la cocina. No fui. Y me repitio la frase, en un tono mas alto. "Trasto, te he dicho que vengas aqui!!!. Esta vez, no sentí mariposas, sentí caballos. Y fui, con bastante miedo. Nada más verle mirando las ventanas, supe que estaba descubierta.
Si, le confesé que las habia desmontado para limpiarlas. No tenia sentido negarlo. Si, era verdad que me lo tenia expresamente prohibido, que pesaban mucho, que podian caerme encima, y todo eso...De hizo una seña para que callase, y entonces empezo a hablar él.
-¿Cuantas veces tenemos que pasar por esto?. No importa que yo me preocupe por ti, tu haces lo que te da la gana. No importa que me hayas prometido no hacer algo, en cuanto me doy la vuelta , se te olvidan todas tus promesas. Y veo que tampoco importa que te castigue.
Al oir esto, pense que , milagrosamente, iba a librarme de los azotes , esta vez. Pero a medida que iba hablando, se estaba quitando el cinturón. Y por la expresion de enfado de su cara, no, no me iba a librar.
-No parece que los azotes te sirvan de mucho, pero la desobediencia no va a quedar sin castigo, desde luego. ¡Ponte de cara a la pared!.
Lo hago, mientras empiezo a llorar. Me empuja la cara hacia la pared, cruzo los brazos y me apoyo en ellos, mientras me hace dar dos pasos hacia atrás con cada pie, y me baja la ropa.
-¿ Cuantos correazos crees que mereces?.
Una de sus preguntas trampa. Le respondo que eso es algo que debe decidir el.Pero le pregunto que cuantos van a ser.
-No lo se. Convencemé. Cada vez que recibas uno, explicame como te está ayudando esta corrección. Cuentamé que estás aprendiendo. Dime por que lo mereces, y lo arrepentida que estás. Cuando me crea ese arrepentimiento y tus propositos de enmienda, pararé.Si n me convences, seguiré hasta cincuenta.
No hubo forma de convencerle. A pesar de que , tras cada azote, me apresuraba a contarlo en voz alta, y a decir que lo sentía mucho, que este castigo me ayudaría a ser obediente y responsable, que lo merecía por hacer cosas a sus espaldas, y que nunca, nunca, nunca, lo iba a volver a hacer, no se convenció. Al llegar al numero 44,protesté, diciendo que yo estaba poniendo todo de mi parte y el parecia dispuesto a llegar a cincuenta.
-Voy a llegar a sesenta , para que también aprendas a no ser respondona.
-Pero...¡AAAY!
-¿ quieres cien?
-¡No!. No por favor... 45. No lo volveré a hacer.. ¡Aaaayy!
Como llegó un momento en el que no podia mantener la posicion, recibí los ultimos acostada sobre un taburete. Al acabar, me abrazó, me preguntó si iba a ser buena, y me mando a la cama un rato.

viernes, 6 de abril de 2012

Discusiones y malos rollos

En todos los matrimonios hay discusiones. Yo deberia estar más que acostumbrado, pues esta ha sido mi tercera boda. Pero me sorprendió, y no reaccioné de la forma adecuada.El caso es que la luna de miel se terminó y, con la vuelta a la normalidad, surgen las historias derivadas de la convivencia y de nuestra peculiar situación familiar.Y lo que no era, en principio, más que una de tantas cuestiones organizativas acerca de con quien pasa el puente cada niño, se acabó complicando y derivó en una discusión, que a decir verdad, no supe bien ni por donde iban los tiros.
El caso es que mi mujercita, claramente, estaba de morros.Y a lo mejor yo le di una respuesta poco adecuada. Y han sido tres dias prácticamente sin hablarnos más que lo indispensable, y solo delante de los dos niños mayores ( porque los pequeños no están, y esa fue la raíz de todo).
No soporto ese tipo de tensión. Y de hecho, me parece una mala forma de llevar los problemas. En varias ocasiones, la he notado que estaba a punto de llorar, asi que sabia que ella tampoco lo llevaba bien. Y ayer me cansé de jugar a ver quien de los dos era más cabezota, y la abracé, sin avisar. No me lo podia creer, pero inicialmente no me devolvia el abrazo, tardó unos segundos en relajarse y hacerlo. Me sentí enormemente aliviado.
Después , hablamos. En primer lugar, le pedí que me explicase por que se habia enfadado tanto. Que yo no entendia por que el hecho de que mis hijos pequeños sean reclamados por su madre tuviese que convertirse en motivo para una batalla entre nosotros. Era algo que yo no podia evitar, y creia que estaba claro.El caso es que ella, al parecer, habia hecho planes para todos para el puente, planes que no me habia comunicado, claro, y le irritó que todos sus planes quedasen desbaratados asi de repente. Y cuando me explicaba esto, estaba volviendo a fruncir el ceño y a sacar el tono de voz que no me gusta. Me armé de paciencia, y le dije que lo sentia pero que ella debia tratar d eentender mi situacion, y pensar tambien en lo que querian los niños, que estaban encantados con la idea de irse de vacaciones . Terminó dandome la razón. Entonces, le exigí una explicación de sus motivos para haberse enfadado tanto conmigo. Y he aqui que se vuelve a enfadar y me dice, casi gritando,que ella ya tiene claro que esos dos niños no son suyos, pero que no hacia falta que se lo restregase, y durante la discusion, lo habia hecho. Me quedé de piedra. Eso , por supuesto, no era cierto. Pero lo que ya me indignó, es que sacase a relucir otra situacion de hace algo asi como dos meses en la que yo supuestamente también habia recalcado que ella no era quien para opinar en algo relacionado con los niños,etc etc
Tardamos un buen rato en aclarar las cosas.Si yo le quito privilegios a uno de los niños temporalmente porque se lo ha buscado de algún modo, es una decisión mia, y no dejo intervenir a nadie, le expliqué. Y haria lo mismo si esos niños fuesen comunes. Terminó por reconocer que había malinterpretado la situacion, y entonces fue mi turno de hablar y reprochar.
Le dije, para empezar, que esperaba no volver a tener unos dias como los que acabamos de pasar.Los malos entendidos se solucionan hablando, no estando de morros durante tres dias, ni poniendome el café sin azucar deliberadamente para fastidiar , que no se crea que no me doy cuenta de esos detalles. Pero, lo que me parece imperdonable es que se calle algo que le molesta durante dos meses.
-De manera, cielo, que vamos a hacer borrón y cuenta nueva. ¿Estás de acuerdo?.
Lo estaba. Pero me miraba con sospecha, y no le faltaba razón. Le expliqué que, dado el tipo de relación que teniamos, yo no creia oportuno conservar rencores ni enfados. Y que lo de "borrón y cuenta nueva" iba a ser después de un a pequeña leccion que iba a recibir de inmediato, para que aprendiese a resolver las cosas de forma madura y dialogante, y para que nunca se le volviese a ocurrir guardarse un disgusto para si misma en lugar de hablarlo.No me discutió, hasta que le dije que ocupase su sitio en el brazo del sofá, al tiempo que me quitaba el cinturón.
-Me parece que te pasas. No ha sido para tanto..
-A ver,cielo. Lo primero es que eso lo voy a decidir yo, ya lo sabes. Y es verdad, en principio, sería para darte una zurra sobre mis rodillas. Pero tengo al sensación de que he descuidado un poco tu educación en las ultimas semanas. Y esto -le enseñé el cinturón doblado- no lo pruebas desde hace algún tiempo. De manera que ahora, a tu sitio, que te ha llegado el momento de aprender.¿ De acuerdo?.
-¿Y que más te da si yo estoy de acuerdo o no? Tu decides, claro.
Ay.. ese tono. Estaba claro que la habia descuidado. Pero no queria ser demasiado duro en esta ocasión.
-Tu tambien decides, tesoro. Tu , con tu actitud, decides si van a ser unos cuantos azotes, o unas cuantas docenas. Tu puedes decidir que, en lugar de no poder sentarte durante unas horas, no puedas sentarte en unos cuantos dias. Tu decides si vas a aprender a manejar las discrepancias de forma adecuada, o tengo que enseñarte también a no replicar y a hablar en el tono adecuado.Por ultima vez, colocaté sobre el brazo del sofá. ahora mismo.
Es lista. No hizo falta una sola palabra más. De manera que no le pegué demasiado , ni demasiado fuerte. Aun así, lloraba cuando terminé, y en ese llanto habia mucha tensión, por fin, liberada. Y pasamos el resto de dia, ya sin discusiones, ni malos rollos, dejando todo atrás.