martes, 24 de enero de 2012

Malditos lunes.

La culpa fue mia, por dejarlo todo para el ultimo momento.
Entre nuestros acuerdos,hay uno que me cuesta un poco. Hay cosas que se supone que tengo que hacer, o cosas que no debo hacer, las malditas normas. Pero me comprometi con mi chico a confesarle cualquier transgresion de esas normas, y la semana pasada hubo un par de cosillas que debia contarle.
Y se me ocurrio dejarlo para el lunes. Total, iban a ser unos cuantos azotes mas, pensé.
Pero claro, el llevaba sus propias cuentas. Y ayer, a primera hora de la mañana, cuando se fueron los niños, empezó con el dichoso mantenimiento semanal, y yo pensé.."despues se lo cuento". La sorpresa para mi fue que despues de una larga azotaina sobre sus rodillas, me dijo que , durante toda la semana habia sido insolente y respondona. Se lo negué, y empezo a citar ejemplos de cosas que yo habia dicho.Y yo alli, escuchando, pensando que encima debia contarle lo que el aun no sabia, es decir, que me habia saltado dos comidas y que el lunes pasado por la tarde me habia caido toda la lluvia encima porque sali y olvide el paraguas.Y mientras pensaba si no seria mejor dejarlo para otro dia, le escuche pedirme que fuese a buscar la zapatilla.
Menuda charla, ademas de la tunda. Que si no se no volviese a ocurrir responder de ese modo, que si eso de hacerle un corte de mangas, mas me valia que nunca se me volviese a ocurrir, etc, etc.
Y cuando acabo, me dijo que ahora esperaba oir lo que fuera que tenia que contarle.
Me entro panico. Le dije que si, que se lo iba a contar, pero que si no me iba a mandar al rincon, que necesitaba un descanso, que ahora mismo no podia con un solo azote mas..
No. Se lo tenia que contar inmediatamente, y ya veria el si dejaba los azotes para dentro de un rato. Le dije primero lo de las horas de comer, y puso cara de enfado, pero aun pensaba que al menos iba a dejarme descansar... hasta que le conte lo de la lluvia.Termine mi confesion,y me dijo que si sabia lo que iba a ocurrir.
Vaya si lo sabia.Me hizo entrar en el vestidor, y tuve que ocuparme yo de preparar el taburete de las narices.Y encima me hizo escoger el cinturon con el que iba a azotarme.Pero eso no fue lo peor. Lo peor es que durante el castigo no dejo de decirme lo enfadado y lo decepcionado que estaba, y que era una inconsciente, que me arriesgaba a enfermar otra vez.Me hizo llorar , llego un momento en que lloraba por la bronca que me estaba echando, y los azotes que estaba recibiendo eran casi algo secundario.
Al acabar , me dejo llorar sola un buen rato.Crei que no me iba a abrazar siquiera un poco, pero al final si lo hizo.No sin antes decirme que esperaba no tener que volver a castigarme por el mismo motivo y que si ocurria, iba a ser mucho mas duro .

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