miércoles, 4 de septiembre de 2013

HABLANDO DE MOTIVOS

Hola de nuevo. Pido disculpas a todos por el largo paréntesis, y en especial a mi chica, porque a punto he estado de acabar con nuestro blog. Por suerte ella, que es más lista que yo, acabó por encontrar el remedio. Me sorprendió un comentario que leí. Básicamente,daba por hecho que la culpable del descuido había sido Trasto, y que yo debía "estar a la altura" y castigarla por ello. Para empezar, no todo lo que sucede en una pareja como la nuestra es culpa de la spankee. Los spankers no somos perfectos, claro está. Y ni os cuento lo dificil que es eso de estar a la altura. AHora bien. ¿Todo , cualquier cosa, es motivo de castigo?. Ni por asomo. Si Trasto hubiese sido la responsable, no hubiese recibido un solo azote por ello. Se trataba de un hecho fortuito, algo que podia sucederle a cualquiera. Alguna vez he leido acerca de spankers que utilizan para el castigo pretextos, en mi opinión, algo tontos, como romper un plato (accidentalmente, se entiende). Eso no es motivo. Una cosa es que en una situación de juego se utilice el menor pretexto y otra que el spanker pueda utilizar actos comunes de la vida cotidiana para dar rienda suelta a sus instintos de spanker. Si se trata de juego, una spankee proporciona por si sola los motivos. Al menos, la mía lo hace. Cuando se le escapa una respuesta irónica, una palabra malsonante, yo ya sé lo que anda buscando, y os aseguro que lo encuentra. Y de todas formas no actuo de inmediato, por si acaso se le ha escapado. Le pido que lo retire y se disculpe, y según si lo hace o no, actuo en consecuencia. Pero la convivencia y la necesidad de mantener el orden y la disciplina, da lugar a situaciones que no son exactamente de juego, o que no lo son en absoluto. Ejemplos. A veces, Trasto arrastra una actitud extraña durante unos dias. Algo que me hace pensr que necesita un toque de atención. Suele haber un aviso verbal en este caso, pero sólo uno. Si persiste en su comportamiento, procedo a aplicarle un castigo algo más duro que si estuviesemos jugando. Ella lo acepta, normalmente después de discutir las razones que le van a llevar a recibir los azotes y pactar, de algún modo, la gravedad de los mismos.Tiene una habilidad tremenda para meterse en un charco cada vez más hondo mientras lo discutimos todo, y no es infrecuente que, lo que en principio iba a saldarse con unos zapatillazos acabe en una sesión larga y moderadamente intensa de correazos. Aquí, la gravedad del castigo no depende solo del instrumento utilizado y la dureza de los azotes. Hay posturas que están reservadas para estas situaciones. Si Trasto ve que pongo el taburete en medio de la habitación, sabe que acaba de ganarsela. Me preguntaron en un comentario que pasa si ella no acepta el castigo. Pues bien, ella lo acepta, porque es mi spankee. Porque tenemos decidido un estilo de vida, y porque me ttomo todo el tiempo necesario para explicarle lo que voy a hacer y por que motivos. Sabe que en muchas ocasiones lo hago simplemente porque es lo que le conviene, y porque es mi tarea guiarla para volver al camino correcto, Estoy acostumbrado a que me llamen de todo ( es curioso que las feministas radicales pierdan su tiempo en visitar páginas como la nuestra en lugar de buscar las cien maneras de no depilarse o algo así). Pero esto es así, y a quien no le guste que no mire. Y ahora hablemos de verdaderos motivos para un verdadero castigo. Esto no forma parte de lo que es una relación de spanking al uso, lo sé. Esto entraria mas bien en lo que es una relación DD, si nos empeñamos en ponerle una etiqueta. El caso es que hay cosas que no deben ocurrir, y es algo que tenemos totalmente hablado. Hay actos que dan lugar a un verdadero castigo, y como tal se entiende que ha de ser suficiente para que lo sucedido no se repita nunca más. Hablo de hechos graves, como poner en peligro la salud, conducir de forma temeraria, discusiones callejeras por cuestiones de tráfico (sí, es que no conocéis a Trasto), lanzamiento de objetos durante una discusion doméstica, beber, subirse a lugares inadecuados para cualquier tarea doméstica... Todo esto no puede ocurrir, y sin embargo, a veces, ocurre. La consecuencia, lo más inmediata posible, es un castigo, pero en este caso es un castigo real. Después no hay mimos, ni cremita, ni nada. No existe una indicación previa de cuanto va a durar, ni con qué va a aplicarse. Suele empezar con Trasto sobre mis rodillas, y no se si conoceis la diferencia entre los azotes moderados con la mano, y los azotes fuertes. En esos casos, se retuerce, llora, pero no trata de cubrirse ni de escapar de ningún modo. No tengo la mano de hierro, así que tengo que parar pronto, pero ella se va al rincón, hasta que vuelvo a llamarle para continuar. Con los azotes dados con el cinturón pasa lo mismo. Se pueden dar fuertes. Incluso en un par de ocasiones no he doblado el cinturón por la mitad, sino que me lo he enrollado en la mano. Se qeu puede parecer demasiado duro, pero si lo hago así es porque los dos sabemos que lo merece. Hace tiempo vetamos, a petición de ella, el uso de la vara. Pero podéis creer que no es necesaria. Al acabar,puedo enviarla al rincón sentada, pero otras veces dejo que se quede acostada. El momento de hablar de lo sucedido llegará más tarde.Incluso al dia siguiente. La ventaja de este tipo de castigos es que tengo observado que ella tarda mucho tiempo en repetir la falta que lo ocasionó ( o incluso no lo repite nunca). El inconveniente son las marcas. Lo primero que hago en cuanto puedo es ir a por unos cuantos tubos de trombocid. O sea, que no suele temblarme la mano a la hora de castigar, si hay motivos. Pero no zurro a mi spankee por cualquier tontería. Si ella no tiene claro lo que debe y lo qeu no debe hacer, no hya forma de que esto funcione.

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