La culpa fue mia, por dejarlo todo para el ultimo momento.
Entre nuestros acuerdos,hay uno que me cuesta un poco. Hay cosas que se supone que tengo que hacer, o cosas que no debo hacer, las malditas normas. Pero me comprometi con mi chico a confesarle cualquier transgresion de esas normas, y la semana pasada hubo un par de cosillas que debia contarle.
Y se me ocurrio dejarlo para el lunes. Total, iban a ser unos cuantos azotes mas, pensé.
Pero claro, el llevaba sus propias cuentas. Y ayer, a primera hora de la mañana, cuando se fueron los niños, empezó con el dichoso mantenimiento semanal, y yo pensé.."despues se lo cuento". La sorpresa para mi fue que despues de una larga azotaina sobre sus rodillas, me dijo que , durante toda la semana habia sido insolente y respondona. Se lo negué, y empezo a citar ejemplos de cosas que yo habia dicho.Y yo alli, escuchando, pensando que encima debia contarle lo que el aun no sabia, es decir, que me habia saltado dos comidas y que el lunes pasado por la tarde me habia caido toda la lluvia encima porque sali y olvide el paraguas.Y mientras pensaba si no seria mejor dejarlo para otro dia, le escuche pedirme que fuese a buscar la zapatilla.
Menuda charla, ademas de la tunda. Que si no se no volviese a ocurrir responder de ese modo, que si eso de hacerle un corte de mangas, mas me valia que nunca se me volviese a ocurrir, etc, etc.
Y cuando acabo, me dijo que ahora esperaba oir lo que fuera que tenia que contarle.
Me entro panico. Le dije que si, que se lo iba a contar, pero que si no me iba a mandar al rincon, que necesitaba un descanso, que ahora mismo no podia con un solo azote mas..
No. Se lo tenia que contar inmediatamente, y ya veria el si dejaba los azotes para dentro de un rato. Le dije primero lo de las horas de comer, y puso cara de enfado, pero aun pensaba que al menos iba a dejarme descansar... hasta que le conte lo de la lluvia.Termine mi confesion,y me dijo que si sabia lo que iba a ocurrir.
Vaya si lo sabia.Me hizo entrar en el vestidor, y tuve que ocuparme yo de preparar el taburete de las narices.Y encima me hizo escoger el cinturon con el que iba a azotarme.Pero eso no fue lo peor. Lo peor es que durante el castigo no dejo de decirme lo enfadado y lo decepcionado que estaba, y que era una inconsciente, que me arriesgaba a enfermar otra vez.Me hizo llorar , llego un momento en que lloraba por la bronca que me estaba echando, y los azotes que estaba recibiendo eran casi algo secundario.
Al acabar , me dejo llorar sola un buen rato.Crei que no me iba a abrazar siquiera un poco, pero al final si lo hizo.No sin antes decirme que esperaba no tener que volver a castigarme por el mismo motivo y que si ocurria, iba a ser mucho mas duro .
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