viernes, 28 de septiembre de 2012
He ganado.
Es lo que siento. Después de unos años de soledad,y de haber renunciado a un montón de cosas, de repente, lo tengo todo al alcance de mi mano.
La doctora me ha dicho que mi embarazo no tiene por que ser mas difícil que el primero, pese a los quince años de diferencia. Que tan solo es necesario tener mas cuidado. Y que en principio todo va bien.
>Tener mas cuidado será fácil. Lo raro sería no tenerlo, si tenemos en cuenta que el papá de la criatura parece decidido a supervisar todas mis actividades, mi dieta, ejercicio, etc.
Dadas las condiciones de mi trabajo, mi estado, y mi edad, la doctora dice que vamos a aprovechar el recurso de las bajas por contingencias comunes hasta que le sea posible darme algo llamado baja de riesgo. El nombrecito hizo que G se pusiera a hacer preguntas como loco, hasta que le aseguró que no hay riesgo alguno. Total, que estaré unos meses sin trabajar antes de que nazca nuestro hijo, más la baja, y después habrá que reorganizarlo todo. Los niños mayores ya lo saben, a los dos pequeños estamos esperando un poco mas para decirselo. No se me nota nada, a mi me encantaría que se me notase ya, jo...Pero todo llegará.
Espero no ponerme hecha una vaca, ahora que estaba ya en mi peso, aunque yo creo que nunca he seguido una dieta tan sanisima como ahora, y los antojos, caprichos, gominolas, etc, no están permitidos.
Y, contra lo que yo esperaba, no voy a poder aprovechar estos meses para hacer lo que me de la gana. Lo intenté, y G habló conmigo muy en serio. Los castigos no están suspendidos durante todo este tiempo. No voy a librarme de rincón y copias, ni de irme a la cama cuando el lo decida.Y si me paso de la raya, puedo llevarme algún palmetazo en las manos, o algún cachete en la mejilla (esto ultimo espero que sea una amenaza vana, me moriría si ocurriese). Pero los azotes quedan aplazados . Lo malo es lo de la agenda.
Me trajo una agenda escolar, muy bonita. Las fechas empiezan ahora, en septiembre y llegan hasta junio. ¿Os he dicho que estoy de siete semanas?.Bueno, el caso es que las faltas cometidas se anotan el la agenda , el la revisará una vez por semana y, en otro cuaderno aparte, hará una síntesis, evaluando mi comportamiento, el castigo que según el merezco, las alegaciones que yo pueda presentar, y el tipo de azotaina que recibiré en su momento. Si tenemos en cuenta que me quedan 32 semanas y pico de embarazo, mas unos dos meses mas, como poco, mas vale que no me la gane todas las semanas,porque serían muchas azotainas pendientes. Dice que me dará una por semana aparte de las que me vaya ganando, y le creo. Así que estoy absolutamente decidida a portarme bien. De momento la agenda está en blanco. La verdad es que G está tan contento que incluso está algo permisivo. Y yo estoy feliz de ver que le hace tanta ilusión tener un hijo conmigo. Por mi parte, siempre lamenté haber tenido uno solo, y pensaba que ya había perdido ese tren. Y ahora, voy a tener otro, esta vez con el hombre al que amo.
Después de un fracaso sentimental que me amargó desde muy joven, ahora siento que he ganado, Ahora tengo todo lo que podía desear. No todo es de color de rosa, no sabemos donde vamos a meternos todos cuando nazca el bebé, aquí no cabemos, pero ya lo iremos resolviendo todo en su momento.
Ahora me queda pelear con las nauseas, manias, y demás aderezos propios de mi estado. ¿sabiais que ahora se lleva la ropa premamá ceñida, y no suelta en plan disimule como hace años? Estoy deseando empezar a utilizarla.
Gracias a todos los que nos habeís felicitado.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Todo está bien.
El otro día mi mujer escribió un post después de algún tiempo. Yo, ya ni me acuerdo de cuanto tiempo llevo sin escribir nada.
Estamos pasando un momento "raro". No digo difícil, porque no lo es. Tan solo es algo que no esperábamos y para ser sincero del todo, no entraba en nuestros planes.Lo que pasa es que a veces la vida te da sorpresas, y esta ha sido mayúscula.
Yo llevo algún tiempo notando a mi chica muy rara.Pero no me daba cuenta de lo que podía estar pasando, y ella, al parecer, tampoco. En mi ignorancia, yo creía que ellas siempre saben estas cosas, al parecer no siempre es tan fácil. El caso es que desde las vacaciones arrastra unos síntomas que pensábamos que eran secuelas de algunas molestias digestivas que tuvo este verano. Se me tenía que haber ocurrido que no cuadraban esas manías al comer, ese pasar de la inapetencia absoluta a la glotonería, en mas de un sentido. Y sobre todo, esa sensibilidad extrema, ese llorar por todo. Esto ultimo ha sido una suerte, porque me he contenido en varias ocasiones cuando debería haberle zurrado por algunas cosas ,y ahora me alegro de no haberlo hecho.
Este fin de semana parecía encontrarse un poco mejor.Pero algo me llamó la atención. A pesar de haber perdido peso,tenía un aspecto mas voluptuoso. Y estaba radiante, diferente, no lo se explicar.Y se me encendió la bombilla. Hable con ella y le dije que deberíamos considerar la posibilidad de que se haya producido un embarazo no buscado. Me aseguró que no era posible, que no había tenido ninguna falta.Pero pareció preocuparse, porque pensándolo bien, decía, su ultimo periodo había sido muy diferente, y el resto de los síntomas... Entonces puso una cara de susto que me alarmó.
Tuvimos que hablar un buen rato para que se tranquilizase. Lo primero que me importa es ella. De manera que salí, busqué una farmacia abierta, y en poco rato, habíamos salido de dudas.
Tenemos cita son su medico esta tarde, pero la prueba es segura.Y yo estoy en estado de shock.Aun no se lo hemos dicho a los niños, hay tiempo, calculamos que no esta de muchas semanas.
A ver, estoy contento, eso ni dudarlo. Me preocupan muchas cosas, claro. Las mas importantes, los efectos que pueda tener en ella un embarazo, porque aunque ella dice que no tiene una edad excesiva para esto, habrá que ver que dice el médico.
No me gustó mucho que pareciera pensar que iba a sentarme mal la noticia. Es cierto que va a ser mi cuarto hijo, y que yo había dicho mil veces que no quería tener más. No es algo de lo que pueda culpar a mi mujer. A ninguno se nos ocurrió que por tener una gastroenteritis,las pastillas podían no hacerle efecto. Lo que pasa es que nosotros teníamos unos planes y el destino tenia otros. Punto.
En fin, ya os contaré. Obviamente, no vamos a escribir mucho. Y los temas disciplinarios habrá que aplazarlos o llevarlos de otra manera. Estoy deseando que le medico nos diga que todo va a ir bien. Que llegue la primera eco para ver al bebé. Que sea niña y tan guapa como su madre, pero esto no se puede elegir, igual es un chico tan feo como yo, ja,ja
jueves, 13 de septiembre de 2012
Se acabó el verano.
Durante las vacaciones, ni mi chico ni yo hemos tenido tiempo de escribir nada. Estuvimos solos en la playa, tres semanitas, en lo que iba a ser algo así como una segunda luna de miel.
No salió todo lo bien que queriamos. Empezamos bien, lo normal de unas vacaciones. Bueno, me llevé una azotaina tremenda nada más llegar,porque a mi chico los viajes se ve que le alteran un poco.El caso es que no me deja conducir, siempre insisto un poquitín por el camino, hasta que me dice que, como no deje de ponerme pesada, me va a zurrar en cuanto lleguemos. Literalmente, porque tenía la maleta a medio deshacer, cuando me dijo que lo dejase para después, me pusiera el pijama, y bajase al salón. Suerte que no tenemos vecinos demasiado cerca, porque el sonido, tanto de los azotes como el que yo hice al llorar, debió escucharse en muchos metros a la redonda.
Después de eso hubo bastante paz... hasta que, cinco días después, me pillé una gastronteritis que no se bien por que la pillé. Según mi intransigente esposo, por mi mala cabeza, y por andar desayunando granizados de limón y cereales con leche, pero yo creo que eso de las mezclas son cuentos de viejas. Total, varios dias de las vacaciones perdidos y, cuando me restablecí, mi amantisimo esposo mucho más petardo de lo normal, y teniendome a raya con las comidas como si fuese una cría glotona.
El caso es que, al final, lo pasamos bastante bien, y aprovechamos mucho del hecho de estar los dos solitos. G estuvo de lo más dulce, y aparte de lo que paso el dia de la llegada,y de algún azote suelto ocasional, no volvió a azotarme. Hasta el dia que volvimos a casa, claro, porque el viaje en coche siempre acaba mal.Bueno, y porque según él, le falté al respeto varias veces durante el camino de vuelta, así que volví a encontrarme con el cinturón de los castigos, con el maldito rincón y con el maldito taburete.
Ya llevamos aquí una semana larga,y nos hemos reunido de nuevo con los niños. Ya sabéis, vuelta a la a veces deliciosa rutina. Lo único malo es que mi estomago no ha vuelto a ser el que era, estoy de lo mas inapetente, solo me apetece yogur y ensalada de frutas, y eso me causa algunos roces con el experto-nutricionista-todólogo-spanker que tengo al lado.Espero tener algo mas de tiempo ahora para escribir de vez en cuando.
No salió todo lo bien que queriamos. Empezamos bien, lo normal de unas vacaciones. Bueno, me llevé una azotaina tremenda nada más llegar,porque a mi chico los viajes se ve que le alteran un poco.El caso es que no me deja conducir, siempre insisto un poquitín por el camino, hasta que me dice que, como no deje de ponerme pesada, me va a zurrar en cuanto lleguemos. Literalmente, porque tenía la maleta a medio deshacer, cuando me dijo que lo dejase para después, me pusiera el pijama, y bajase al salón. Suerte que no tenemos vecinos demasiado cerca, porque el sonido, tanto de los azotes como el que yo hice al llorar, debió escucharse en muchos metros a la redonda.
Después de eso hubo bastante paz... hasta que, cinco días después, me pillé una gastronteritis que no se bien por que la pillé. Según mi intransigente esposo, por mi mala cabeza, y por andar desayunando granizados de limón y cereales con leche, pero yo creo que eso de las mezclas son cuentos de viejas. Total, varios dias de las vacaciones perdidos y, cuando me restablecí, mi amantisimo esposo mucho más petardo de lo normal, y teniendome a raya con las comidas como si fuese una cría glotona.
El caso es que, al final, lo pasamos bastante bien, y aprovechamos mucho del hecho de estar los dos solitos. G estuvo de lo más dulce, y aparte de lo que paso el dia de la llegada,y de algún azote suelto ocasional, no volvió a azotarme. Hasta el dia que volvimos a casa, claro, porque el viaje en coche siempre acaba mal.Bueno, y porque según él, le falté al respeto varias veces durante el camino de vuelta, así que volví a encontrarme con el cinturón de los castigos, con el maldito rincón y con el maldito taburete.
Ya llevamos aquí una semana larga,y nos hemos reunido de nuevo con los niños. Ya sabéis, vuelta a la a veces deliciosa rutina. Lo único malo es que mi estomago no ha vuelto a ser el que era, estoy de lo mas inapetente, solo me apetece yogur y ensalada de frutas, y eso me causa algunos roces con el experto-nutricionista-todólogo-spanker que tengo al lado.Espero tener algo mas de tiempo ahora para escribir de vez en cuando.
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